¿Es necesario esforzarse tanto y mal?
¿O es solo un mito en el que creemos y aceptamos como verdad incuestionable en esta sociedad?
Seguro que alguna vez has escuchado:
«Esfuérzate para estudiar, esfuérzate para trabajar, esfuérzate para conseguir tus objetivos».
Tengo la sensación de que llevamos toda la vida esforzándonos y nos han dicho que es la única manera de conseguir las cosas que queremos en nuestra vida…
Pero, ¿en serio esto es verdad?
Algo que hace replantearme si realmente tenemos que esforzarnos para conseguir objetivos es
recordar cuando éramos pequeños y teníamos que ir al colegio.
Muchos días nos requería un esfuerzo ir al colegio para la mayoría de nosotros, ya que
íbamos por obligación. Pero seguro que recuerdas ese día que había excursión, estabas
entusiasmad@ y no te hacía falta prácticamente un despertador.
Otro ejemplo más cercano podría ser comparar un día que tienes que ir al trabajo o el primer
día de vacaciones…
Me he visto en esa situación varias veces; levantándome a las 3 de la mañana y durmiendo 3
horas sin problemas o teniendo que levantarme a las 7 para ir a un trabajo solo por tener un
salario al final de mes.
Ahora imagina que tienes que ir a trabajar levantándote a las 3,
¿No mola verdad?,
¿Y de vacaciones a las 7?
Con este claro ejemplo, que todos hemos vivido alguna vez, vemos que cuando lo que viene detrás de esa tarea a realizar es satisfactorio, no importa tanto que la tarea que tiene que hacerse para conseguirlo no sea tu preferida. Los haces por la recompensa que viene detrás.
¿Verdad?
Creo que estamos demasiado acostumbrados a trabajar desde el esfuerzo. Entiéndeme, no un
esfuerzo desde el punto de vista de dedicar tiempo a una tarea para conseguir algo que
queremos.
Me refiero a un tipo de esfuerzo que nos hace sufrir y curiosamente es el esfuerzo que la sociedad ve bien.
Pero, ¿por qué somos tan masocas? De momento no tengo respuesta a esta pregunta.
Ahora en serio… piénsalo, hemos aceptado un paradigma que no nos conviene.
Si no te esfuerzas, no ha merecido la pena. Seguramente hayas escuchado la mítica frase de «ganarás
el pan con el sudor de tu frente».
Una frase que está bien metida en el subconsciente colectivo y lo único que hace es que la mayoría de personas estén jodidas cuando hacen lo que más horas al día dedican.
¿Tiene esto sentido?
Porque hay millones de personas que no creen que podemos dedicar nuestro tiempo a una
actividad que gozamos y vivimos como un juego.
¿Aún piensas que no puedes ganar dinero y divertirte?, ¿crees que realmente hay que estar
puteado, quejarte cada día en la máquina de café para ganar unos euros a final de mes?
Claro que sí… porque hay que esforzarse, hay que sufrir para llegar a fin de mes y merecerlo
¿es realmente esto cierto o simplemente un punto de vista, una simple creencia más?
Este es el discurso que encontramos generalmente aceptado hoy en día.
Pero,
¿Y si encontráramos nuestras motivaciones?,
¿Y si tomáramos las riendas de nuestras vidas?
Lo sé, puede sonarte a discurso fácil, barato, de clásico libro de autoayuda. Pero si has tenido
motivaciones para levantarte a las 3 de la mañana para coger un avión e irte de vacaciones o
alguna vez has tenido una meta que te ha motivado mucho, seguro que sabes de lo que te
hablo.
Lo más interesante que yo encuentro a experimentar aquí es:
¿Qué pasaría si pudiéramos extrapolar esas situaciones a otras muchas en nuestra vida?
Muchas veces la motivación para empezar algo no está en la tarea que tenemos delante, pero si en lo que hay detrás, eso que tanto queremos en nuestra vida.
Sí nos fijáramos más en la recompensa que hay detrás, no haría tanto esfuerzo del malo y estoy convencido que sería mucho más fácil convertir días de mierda en grandes días.
En el ejemplo del viaje está claro que levantarse a las 3 no mola.
Pero estar descubriendo un país y una cultura nueva es una pasada.
Contenidos:
Ejercicio práctico – Estrategía de motivación
Hay un ejercicio de PNL (Programación neurolingüística) muy potente para tener motivación y realizar la tarea que tienes enfrente en ese momento:
-
Primero:
Piensa en algo que te da mucha pereza hacer, ¿lo tienes?
Por ejemplo,
Observa enfrente de ti, a la derecha, una montaña de ropa. ¡A mí personalmente me
viene un buffffff!
-
Segundo:
vale cuando tengas esa sensación de buffff… respira y vuelve a tu centro.Ahora imagina enfrente de ti, y a la izquierda, la ropa ya doblada y conecta con esa sensación. Quédate ahí un momento, disfrutando de ver esa ropa ya doblada en el armario.
Cuando tengas esa sensación bien identificada, te dices en voz alta, «A por ello».
-
Tercero:
repite esto 5 veces, y… ¡a por ello!
Si quieres, puedes compartir tu experiencia en los comentarios. No tienes que tener grandes
expectativas sobre el ejercicio, solo hazlo y me cuentas. ¡A por ello!
Conclusiones
En realidad, a veces tenemos que pensar más allá de esa faena que no te apetece hacer, pero si entrenas tus motivaciones, esas que están detrás de la tarea que te has marcado, todo será más fácil para arrancar y hacerlo.
Un libro que me inspiró a escribir este artículo fue el de Pablo López Cobos, Tripalium Desmontando el mito del esfuerzo.
Él profundiza mucho más sobre este tema una perfectiva más global y filosófica.
Te recomiendo leer su libro si quieres profundizar sobre la cultura del esfuerzo.
¿Qué es eso que no te cuesta esfuerzo hacer?
¿Qué te motiva y te mueve realmente?
¡Comparte tu experiencia en los comentarios!