El otro día charlando con Enrique, me recordó una de las maneras de como tomamos decisiones que quizá hayas escuchado ya, pero de una manera muy diferente.Creo que es interesante tomar conciencia de este concepto para no confundirnos a la hora de observar que parte de nuestro interior es importante que escuchar cuando se toman decisiones importantes en la vida.De una manera muy actual nos cuenta como la triada de mente, corazón y cuerpo, la estamos usando de una manera errónea al movernos por la vida.
Contenidos:
Los tres directores que dirigen nuestra vida
El director general
Nuestro corazón. Lo que llamamos nuestra corazonada.
Es difícil de explicar pero todo el mundo lo ha sentido alguna vez, sabes cual es la opción correcta, sabes lo que tienes que hacer. Eso es el director general, esta dictando lo que mejor nos va a sentar. Con lo que vamos a sentirnos mejor a corto y largo plazo. Sin embargo, este director es un pésimo director de operaciones o ejecutivo. Por eso no sabemos muy bien que hacer cuando nos llega esa corazonada.
El director de operaciones
La mente. Nuestra cabeza, es nuestra parte más racional y la que mayor control tiene sobre toda la parte estratégica en la vida, Marca las posibilidades y que podemos hacer para conseguir lo que el corazón ha sentido. El problema es cuando le damos el papel de director general al de operaciones. Pues es cuando sobre valoramos todas las posibilidades. Y acaba liando una buena.
El director ejecutivo
El cuerpo. Con él pasamos a la acción, nos ponemos manos a la obra. Y es que de nada sirve tener una corazonada y pensar como lo vamos hacer si no está el cuerpo en acción. Pero tampoco tiene sentido que nos pongamos hacer sin una estrategia y peor aún acción sin escuchar la corazonada.
Este director es la parte que nos hace manifestar nuestra corazonada.
Entonces, ¿Dónde nos perdemos si está tan claro como tenemos que proceder en la vida?
El gran problema, es que vivimos en una sociedad en la que la mente lo controla todo.
Esta bien visto manejarnos desde la razón. Se supone que es lo correcto. Está aceptado socialmente.
Mientras tenga lógica, parece que es lo correcto.
Pero lo que estamos haciendo con esto es dar los poderes de director general al director de operaciones y la verdad es que es un pésimo director general.
Anulamos completamente al directo general en la empresa de nuestra vida.
Dejamos solo al de operaciones y al ejecutor.
Sin director general.
¿Cómo podemos empezar a incluir al director general en nuestra vida?
Entonces viene la gran pregunta, ¿Cómo puedo escuchar más mi corazón?
Haciendo prácticas como la meditación, o derivas creativas como las que propone el enrique nos permite conectar con nuestro cuerpo.
Dejar de darle tanta importancia a la mente y simplemente sentir las sensaciones sin poner etiquetas.
Es uno de los caminos para empezar a darle espacio a esa parte nuestra que sabe lo que tenemos que hacer.
Puede irte bien hacer deporte, quedarte en silencio por que sí, yoga, escribir, es algo muy personal y estoy seguro que hay muchas maneras que aún no entran dentro de mi mapa.
Pero sea cual sea tu manera, busca ese espacio a la semana o al día para poder escuchar al director general.
El director general y de ejecuciones trabajaran mucho mejor haciendo solo lo que deben de hacer.
Lo que saben hacer cada uno.
y tu, ¿Cuál crees que es el director que más gobierna en tu vida?